Tomecina contó detalles de su travesía por el Canal Beagle
Carmen Ortega, nadadora de aguas abiertas y gélidas, repasó uno de los hitos más importantes de su carrera, vivido hace solo algunos días.
Una conversa de 20 minutos con Carmen Ortega alcanza, apenas, para resumir la enorme travesía que la nadadora tomecina acaba de realizar, pero en ese breve tiempo, logra traspasar lo que para ella ha sido uno de los grandes logros en su carrera deportiva, como es cruzar el Canal Beagle.
Una aventura por esas aguas correntosas, frías e imposibles para la mayoría, pero que para ella se convirtieron en un desafío que quedara marcado para siempre. "Es una experiencia totalmente distinta a cuando tu compites, porque acá estás compitiendo contigo mismo, no por marcas ni con otra persona, lo estás haciendo por ti", dice la tomecina de cinco décadas, de seguro una de las mujeres de mayor edad en cumplir este logro.
Un reto que partió de madrugada y que la tuvo ingresando al agua a las 9.30 horas. "En el momento en que ingresé al agua puedo decir que no la sentí fría, a pesar de que estaba a 6.6 grados", recalca.
Y esa valentía quedó en evidencia aún más, cuando se despojaron de todo lo que no fuera sus trajes. "Cuando los argentinos nos vieron que nos sacamos las chaquetas, pensaban que estábamos con traje de neopreno, de goma, y al vernos solo con traje baño, se sorprendieron, porque ellos han visto travesías, pero con nadadores con trajes o cremas aislantes, nunca así como lo hicimos nosotros", revela, sobre la osadía tanto suya, como de sus compañeros: Gonzalo Bertolotto, Paula Bravo y Andrés López. Todo documentado por Gabriel Leiva.
preparación
La experiencia de nadar en aguas gélidas, aguas abiertas y competir en mundiales, le dieron la seguridad a la tomecina para adentrarse en esta aventura, la de nada en 26 minutos desde el Cabo Peña al Cabo Mackinlay en Argentina.
"Después del mundial de Italia, a Paula Bravo le surge la idea de querer hacer el Canal Beagle, porque teníamos un bache muy largo este año, sin muchas competencias afuera, así que dijimos ya, démosle. La ventaja es que cada uno ya tiene esa responsabilidad de entrenar. Estábamos muy afiatados como grupo, fuimos profesionales, primero en saber la historia del Canal Beagle. En mi caso me preparé nadando en la Playa El Morro, por el tema de las corrientes", repasa Carmen.
Una semana previa llena de nervios, pero también de mucha confianza en sí misma, lo que finalmente la llevó a salir airosa y cumplir este desafío.
"Hay nadadores de distintos países que lo han intentado, con traje incluso, y no han podido. Esta vez fuimos cuatro compatriotas que lo logramos, entre ellos una tomecina. Fueron 26 minutos de nado. Un kilómetro y medio en línea recta, pero con la corriente puede llegar a ser 2 o 2,5, entonces eso es lo complicado, es lo duro que tiene este canal. Es por eso que es el Canal que tiene más historia, el más respetado a nivel mundial. Uno puede ingresar, pero no tienes la seguridad de salir. Yo sabía que me iba a costar la salida, en las competencias de aguas gélidas siempre salgo mal, porque soy muy delgada y mi cuerpo procesa más rápido el frio. Pero ese abrazo del grupo tras lograrlo, vale la pena todo el sacrificio", puntualiza Carmen, dejando con ello una huella imborrable en las frías aguas del Beagle, y un mensaje digno de seguir: "No importa cuándo tu comienzas algo, lo importante es insistir en ese sueño, y luchar por lograr. Eso implica dedicación, tiempo, y mucha responsabilidad. Si sientes que puedes realizar algo, lo puedes lograr, pero con mucha madurez, esfuerzo, porque nada es fácil", afirma.
"Cuando los argentinos nos vieron con traje de bajo y no de neopreno, se sorprendieron".
Carmen Ortega.