Cónclave: lo que podría traer la elección de nuevo Pontífice
"Más allá de su rol espiritual, obviamente los papas son figuras de gran peso político y cultural, influyentes en los debates éticos globales, en la diplomacia internacional y también en la defensa de los derechos humanos", dice el doctor en Historia y académico de la Universidad Santo Tomás, Marcial Sánchez, sobre el rol estratégico de los pontífices.
"El Papa -continúa- es un actor que trasciende lo religioso, interviene en la crisis humanitaria, ofrece mediaciones en los conflictos políticos y representa un punto de encuentro para millones de personas que buscan un sentido, incluso, fuera del catolicismo", enfatiza el historiador, planteando que la elección del sucesor de Francisco será política más que teológica.
Esta afirmación la basa en que "la Iglesia católica en estos momentos de su historia se encuentra en una encrucijada, no sólo doctrinal, sino, creo yo, también institucional y geopolítica. La elección del próximo Papa será una respuesta más o menos explícita a esas crisis de orientación. Durante siglos los cónclaves se presentaban como espacios de discernimiento espiritual, pero también han estado marcados por factores de poder, equilibrios internos y estrategias de largo plazo".
A su parecer, "hoy esas dinámicas se han intensificado. Francisco impulsó una serie de reformas, que no sólo apuntaron a renovar el lenguaje pastoral, sino que tocaron estructuras de poder dentro del Vaticano (...) Todo eso generó resistencia en sectores poderosos, especialmente en algunos cardenales europeos y estadounidenses, que consideraron que su Pontificado ha ido debilitando con claridad la doctrina. Así, yo creo que el próximo Cónclave será un escenario donde esas tensiones se expresarán abiertamente", asegura.
En este sentido, ¿cuáles podrían ser las sorpresas del próximo Cónclave?
"Primero, que fuera muy largo. Segundo, que apareciese una persona muy conservadora y no siguiera la línea de Francisco. O, a lo menos, que fuera un mediador. Para mí eso sería una sorpresa". "Por eso que yo espero que los cardenales que van a participar en el Cónclave, efectivamente, lo hagan pensando en una iglesia del futuro y la responsabilidad que tiene ella en el mundo que hoy día estamos viviendo", finaliza.